¡Naturaleza y animales en el Parque de Cabárceno!

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Si hay algo que fascina a los niños es la posibilidad de entrar lo más en contacto posible con esas especies animales que sólo están acostumbrados a ver en la televisión. Como padres, su cercanía con la naturaleza también nos preocupa. Justamente por esa doble posibilidad es que queremos recomendar el Parque de Cabárceno como uno de esos paseos ineludibles durante estos días.


Ubicado a apenas 17 kilómetros de la capital cantábrica, Santander, el Parque de Cabárceno se halla más precisamente en el valle de Pisueña, una antigua mina de hierro abandonada, que con el paso del tiempo ha dado lugar a un magnífico recinto natural, un entorno de entretenimiento para la familia que quiera abandonar un poco la urbe, y dejarse fascinar por un ambiente diferente.


De hecho, si hay algo que diferencia al Parque de Cabárceno de otros, eso es que los animales gozan de un régimen de semilibertad, distinto al de los zoológicos de nuestra infancia.


Aquí, tanto adultos como menores pueden dejarse impresionar por la poca distancia que les separa de osos, lobos, rinocerontes, y otras especies clásicas que se mueven a sus anchas, desarrollando estilos de vida semejantes a los que tienen en las sabanas y otros territorios en los que habitan.


Son en total más de 400 especies representadas con miles de ejemplares las que se mueven a sus anchas por las cerca de 750 hectáreas del Parque de Cabárceno, desde los gigantescos mamíferos antes mencionados, hasta las zonas especialmente pensadas para que las aves monten sus escenas.


Tampoco falta una región específica para los animales de granja, ni un cúmulo de especies exóticas, de esas que no vamos a encontrar en otros sitios. Por ende, prácticamente podríamos asegurar, sin temor a equivocarnos, que si tus hijos tienen un animal favorito, se toparán con él en el parque.


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Todo esto, claro, hasta detenernos en las funciones de centro educativo del Parque de Cabárceno. Quienes forman parte de este establecimiento dedican buena parte de sus esfuerzos de cada día a la conservación de las especies en peligro de extinción. Por eso tanto su alimentación como los cuidados específicos, corren por cuenta de veterinarios sabedores de las necesidades.


A partir de ese concepto único del Parque de Cabárceno, las familias pueden participar en una serie de demostraciones didácticas, en las que los profesionales les muestran algunos de los trabajos concretos que realizan sobre los animales, para asegurar su bienestar en el lugar.


Con una guía que detalla a los asistentes las partes del parque donde se encuentra cada uno de los animales, cada una de las especies, resulta fácil localizarse dentro del mismo, y moverse según requieran los pequeños, siempre atendiendo a las sugerencias de los encargados del espacio.


Por si eso fuera poco, el Parque de Cabárceno dispone de una completa agenda de shows, en fechas particulares del calendario, como Semana Santa, Halloween o Carnavales, además de Año Nuevo, que son especialmente recomendables para darse una vuelta con los hijos y pasarlo en grande.

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