La contratación de personas con discapacidad en Castilla y León se incrementa un 14,5% en 2022

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Por decimoprimer año consecutivo y de la mano de Keysight Technologies Sales Spain, la Fundación Adecco presenta el informe Tecnología y Discapacidad, un análisis que, a lo largo de la última década, ha profundizado en cómo la tecnología se está alzando como gran acelerador del proceso de inclusión social y laboral de las personas con discapacidad, en una sociedad eminentemente digitalizada.


De nuevo, este trabajo se presenta próximo al 15 de julio, Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, un término que hace referencia a los avances tecnológicos que contemplan la dimensión ética, cultural, social, económica y medioambiental en su planteamiento. La combinación tecnología y discapacidad encaja a la perfección en este marco, al ser las personas con discapacidad un target estratégico para un desarrollo tecnológico inclusivo, que no deje a nadie atrás, como reza la máxima de la Agenda 2030.


Este informe basa sus conclusiones en una encuesta a 300 personas con discapacidad, complementada con datos oficiales de contratación ofrecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal, así como otras fuentes de referencia como el informe anual del INE sobre el empleo de las personas con discapacidad o el informe AROPE sobre el Estado de la Pobreza en España.


El empleo de las personas con discapacidad se revitaliza en 2022: “vivimos el mejor momento para la inclusión”.


Tras haber superado lo más duro de la Covid-19, la contratación de personas con discapacidad ha recuperado su vitalidad previa a la pandemia, cuando su empleo había cogido velocidad de crucero.


Así, tras un hundimiento de la contratación en 2020, del 29,8% en Castilla y León, 2021 se saldó con un crecimiento de 32,5% y, en lo que llevamos de 2022, ha crecido un 14,5% con respecto al mismo periodo del pasado ejercicio, superando en un 6,6% los niveles de contratación previos a la pandemia.


“Detrás de este incremento no solo se encuentra la reactivación de sectores como el turismo o la hostelería tras la crisis de la Covid-19, sino una mayor conciencia social y empresarial. La pandemia ha actuado como revulsivo para que las compañías den un paso al frente en su responsabilidad social y empiecen a valorar la diversidad como elemento clave para su competitividad, conscientes de que en esta era no podrán ser sostenibles si no se preocupan por el bienestar de las personas y de su entorno. Junto a ello, la digitalización súbita también ha acelerado un fenómeno que ya se venía gestando en los últimos años y que está permitiendo que muchas personas con discapacidad puedan aportar su talento a través de nuevas soluciones y aplicaciones tecnológicas. Por último, en estos últimos años estamos superando, además, viejos estigmas que nos sitúan hoy en el mejor momento para abordar la inclusión, en una coyuntura idónea para trabajar con las empresas en la optimización de sus políticas de Diversidad, equidad e inclusión, avanzando hacia entornos más diversos y competitivos, que no dejen a nadie atrás”- declara Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.


No obstante, el directivo añade que: “la voluntad y el compromiso de las empresas es creciente pero las cifras de exclusión siguen siendo alarmantes. Según el informe AROPE, el 26% de la población está en riesgo de exclusión y/o pobreza, siendo las personas con discapacidad un sector de la población especialmente expuesto a esta realidad. Por otra parte, y a pesar de que la sensibilidad social ha evolucionado sustancialmente en las últimas décadas, queda aún mucho camino por recorrer para desterrar de forma definitiva prejuicios y estereotipos que siguen lastrando el proceso de inclusión, especialmente entre aquellas personas con discapacidades intelectuales y/o derivadas de problemas de salud mental”.


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